Si hablamos de amor de verdad lo hacemos de algo que no se puede definir ni delimitar. Ni siquiera podemos controlarlo ni atarlo, porque el amor es tan vigoroso que aun estando desnudo no se siente vulnerable.
Si hablamos de amor de verdad lo hacemos de algo que no se puede definir ni delimitar. Ni siquiera podemos controlarlo ni atarlo, porque el amor es tan vigoroso que aun estando desnudo no se siente vulnerable.