El distractor más poderoso no es la charla interpersonal, sino la incesante cháchara intrapersonal que se da en el escenario de nuestra mente. La verdadera concentración exige acallar esa voz interior. Una resta en la que, partiendo de 100, vamos sustrayendo sucesivamente 7 acabará aquietando, si nos concentramos en esa tarea, ese diálogo interno.
Etiqueta: diálogo interno
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El mundo es como un teatro. Puro teatro que dicen algunos. Escribimos nuestros diálogos y actuamos. Utilizamos un diálogo interno con nosotros mismos.