Sin título

Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.

Sin título

El misterio de quien se vuelve a inventar, del que se levanta del suelo, o del subsuelo, del que tiene ideas que parecen descabelladas y luego son tangibles, del que encuentra nuevos caminos para recorrer, del que haya la solución del problema, el que construye proyectos, el que cuenta todas las estrellas, el que convierte su herida en luz, el que planea el cielo, el que crea algún arte. Cualquiera de ellos confía en que puede hacerlo. Por eso lo hace. Y funciona. Solo tienes que creer que puedes hacerlo. Y a partir de ahí comenzar a trabajar en ello. Así de fácil.