Sin título

Lo importante es que entiendas que necesitas expresar las emociones, no evitarlas ni reprimirlas. Que puedes llorar cuando te sientas triste, que no es lo mismo que deprimirse. Que puedes enfadarte, que no es lo mismo que estar iracundo. Que obviamente puedes sentir alegría y amor. Que la vida es algo maravilloso cuando nos dejamos tocar por ella. Y para eso hay que aceptar la propia vulnerabilidad y sentir.

Sin título

La dignidad de una mujer no se mide en centímetros cuadrados de tela tapando un pezón o una melena, la dignidad es el derecho a decidir libremente sobre su cuerpo y su vida. Lo que sí que es indigno es que se sigan justificando la violencia, la violación y la represión por una visión cultural que interpreta nuestra anatomía de forma sexual. Lo que es indigno es que sea más importante respetar el derecho de algunos a “no ser provocados” por nuestra imagen que nuestro derecho a gestionar nuestra imagen como queramos. Lo que es indigno es que se crean en derecho de marcarme desde fuera cómo tengo que comportarme para ser una mujer digna.

Sin título

No es adaptativo pensar que la vida es estable, que siempre será así, o que algo es para siempre, puesto que si se tiene esta idea errónea, se vivirá cualquier cambio como algo imprevisto y negativo. Hemos de tener presente que la vida está llena de cambios, algunos los escogemos, otros nos vienen impuestos por la vida o el azar, pero la vida es eso, un constante cambio y una constante adaptación a estos cambios.

Sin título

La metamorfosis se muestra en un espíritu que se va tornando cínico, ácido, desconfiado. De tanto ver la miseria o la falta de integridad quienes la contemplamos nos vamos secando por dentro, hasta ser nosotros mismos miserables, maníacos depresivos, excesivos en todo, faltos de dulzura, incapaces de ternura, racionales al extremo en el pensamiento y bestiales en los apetitos.