Yo leo para leerme en los libros: Creía que mi padre era Dios
En el delicioso prólogo que escribió para la edición occidental del I Ching, el milenario libro de las mutaciones chino, Carl Gustav Jung confiesa su cautela, su temor, su sensación de estar arriesgando su prestigio intelectual por alabar un libro que funciona como guía de consulta del oráculo más a…