Sin título

El amigo que, en cambio, te respalda es el que te ayuda a coger la cuerda, te alarga la mano y te ofrece su hombro. Sabe que puedes salvarte, que eres capaz de conseguir lo que quieras y que aunque estés pasando un mal momento, tienes sabiduría, experiencia y creatividad suficientes para salir de ahí. Por eso, escucha más de lo que habla, y pregunta más de lo que afirma. Sabe que la respuesta correcta no existe, pero que si hubiera alguna, está dentro de ti. No te dice que hagas esto o lo otro, sino que te anima a que descubras lo que realmente quieres, y respeta tus decisiones aunque él no actuase como tú. Porque, en definitiva, un buen amigo te quiere como eres y con todas las decisiones que tomas.

Sin título

¿Eres capaz de adivinar cuándo miente, cuándo está avergonzado? ¿Sabes qué le asusta de verdad? ¿Qué teme? ¿Sabes cuáles han sido sus pérdidas? ¿Las ha compartido contigo? ¿Ha estado siempre ahí, para lo bueno y lo malo? ¿Para darte consejos, para abrazarte cuando te dejaban, o para quitarle hierro al asunto cuando eras demasiado duro contigo mismo? ¿Es la persona a la que piensas en llamar cuando a las dos de la mañana has tenido una bronca con tu pareja, o cuando al final de un día chungo en el curro necesitas una cerveza?