Sin título

La metamorfosis se muestra en un espíritu que se va tornando cínico, ácido, desconfiado. De tanto ver la miseria o la falta de integridad quienes la contemplamos nos vamos secando por dentro, hasta ser nosotros mismos miserables, maníacos depresivos, excesivos en todo, faltos de dulzura, incapaces de ternura, racionales al extremo en el pensamiento y bestiales en los apetitos.

Sin título

¿Eres capaz de adivinar cuándo miente, cuándo está avergonzado? ¿Sabes qué le asusta de verdad? ¿Qué teme? ¿Sabes cuáles han sido sus pérdidas? ¿Las ha compartido contigo? ¿Ha estado siempre ahí, para lo bueno y lo malo? ¿Para darte consejos, para abrazarte cuando te dejaban, o para quitarle hierro al asunto cuando eras demasiado duro contigo mismo? ¿Es la persona a la que piensas en llamar cuando a las dos de la mañana has tenido una bronca con tu pareja, o cuando al final de un día chungo en el curro necesitas una cerveza?

Sin título

Todos tenemos una voz negativa dentro nuestra cabeza que nos dice que no podemos hacer las cosas. ¿Sabéis qué? Ya hay suficiente gente que no confía en nosotros como para que lo hagamos nosotros también. ¿Por qué queremos decirnos que no somos suficientemente buenos? Si sabemos que los pensamientos influyen las acciones, necesitamos sacar nuestras propias autoafirmaciones y alejarnos de la gente que derriba nuestra confianza.

Sin título

Tuve que justificarme mil veces porque ella estaba acostumbrada a que la traicionaran y, por defecto, llegué a su cama con el cartel de traidor. Al final me convenció de ser un traidor, como todos. Me traicionó de forma preventiva y me convenció, de forma cautelar, de ser incapaz, inmaduro y pueril. Y lo demostró como se demuestran las conspiraciones que es con mucho drama, palabras grandilocuentes y grandes despedidas. Ahora, convencido de que más tarde o más temprano desgarraré el alma de quien confíe en mi, salgo por las ventanas.

Sin título

Pero no olvidar un amor perdido no significa que no podamos volver a enamorarnos. Todo lo contrario, siempre hay esperanzas de encontrar de nuevo el amor, y los nuevos amores siempre superarán a los viejos, haciendo que con el tiempo se conviertan tan solo en recuerdos a los que acudir con una sonrisa llena de nostalgia. Por eso, nunca hay que tener miedo a enamorarse, porque no importa cómo acabe una relación, ya sea mal o bien, de todas las experiencias se aprende. Y una vez se cura un corazón roto, existen mil y una oportunidades nuevas de volver a encontrar un amor mejor.

Sin título

Todo es cierto. Los dos mundos existen. El rosa y el negro. Hay gente que sufre, gente que estalla de felicidad, hay penas, hay playas paradisiacas, hay cosas injustas, hay belleza, hay asesinos, hay amor, hay sueños, hay guerras, hay risas, hay muertes, hay orgasmos, hay psicópatas, hay canciones, hay verdugos, hay libros . Hay de todo. Hay tantos mundos como personas. Cada una vive en el suyo. Y sospecho que la llave maestra es relativizar. Crear algo que se parezca al equilibrio. El poder de nuestra mente es grandioso. Podemos elevarnos o enterrarnos. Cada uno elige. No todo es rosa. Ni negro. Probemos con el azul.